5 señales de que no estás alineado espiritualmente
- Despertar Dimensional
- 7 abr
- 6 Min. de lectura
Al habitar estos cuerpos terrenales en este plano físico, es normal que a veces nos sintamos desalineados con lo que realmente somos. Sí, es nuestra responsabilidad recalibrarnos y reconectarnos cada vez que podamos, pero es una tontería castigarnos cada vez que nos desalineamos.
La cita siguiente ilustra cómo estos pequeños contratiempos son en realidad una oportunidad disfrazada:
«El contraste nos permite ver lo que no está alineado con nuestro Auténtico Yo, y luego nos presenta una oportunidad tras otra para responder desde un lugar de compasión, perdón, aceptación, amor, alegría, gratitud, etc. Así, cuando rompemos el bucle kármico, volvemos a alinearnos con el Espíritu». -Alaric Hutchinson, Paz Viva
Pero a veces este «bucle kármico» no nos resulta tan obvio, incluso cuando estamos enredados en él. Los Homo sapiens tenemos la costumbre de engañarnos a nosotros mismos haciéndonos creer que estamos absolutamente bien y que el problema es el mundo que nos rodea.
No se preocupe. Tenemos el antídoto.

A continuación encontrarás 5 maneras de saber si estás fuera de alineación espiritual, y algunas posibles soluciones para rejuvenecer tu conexión.
1. Fatiga
Todos nos cansamos, pero esto llega a lo más profundo. Toda tu alma se siente cansada. Esto puede suceder cuando no estamos viviendo alineados con nuestro propósito, o cuando no estamos siendo auténticos en algo. Estos puntos ciegos requieren mucha energía vital para compensarlos, y es probable que sientas una oleada de energía una vez que empieces a abordarlos y repararlos. (Por cierto, todos los tenemos, no hay que avergonzarse).
Preguntas a tener en cuenta:
- ¿Dónde estoy siendo inauténtico?
- ¿Qué tipo de sueños tengo cuando duermo?
- ¿Dónde puedo honrar mi palabra reconociendo que he faltado a la integridad conmigo mismo o con mis allegados?
Sugerencias para probar:
- Medita o reza y busca las respuestas en tu interior para descubrir tu propósito o los significados ocultos de tus sueños.
- Da un paseo o, si puedes, haz ejercicio más intenso. No hay nada como ponerse en acción para despertar y sacudir viejas energías.
- Recarga tu columna vertebral. La columna vertebral es el eje de nuestro ser, y la mejor forma de combatir la fatiga es despertar nuestro ser más íntimo. Puedes hacerlo mediante una postura de meditación sentado o mediante rotaciones de la columna vertebral. De pie, con los pies firmemente plantados en el suelo, separados a la anchura de las caderas, levanta los brazos estirados a la altura de los hombros y, a continuación, gíralos suavemente hacia delante y hacia atrás, de izquierda a derecha. Inténtalo durante 1 o 3 minutos y empezarás a sentirte más animado.
- Utiliza aceites esenciales en un difusor. Prueba con limón por su cualidad refrescante, o romero para despejar y animar la mente.
2. Respiración irregular
¿Qué tiene que ver la respiración? Con todo.
La palabra inglesa para «espíritu» viene de la palabra latina «spiritus», que significa «aliento». Nuestra conexión con la respiración es, por tanto, muy reveladora. Una respiración irregular puede ser muy superficial, intermitente o incluso pesada, lo que difiere de una respiración profunda y relajada. Esto puede deberse a varias causas, como la ansiedad, la ira y el estrés.
Preguntas a tener en cuenta
- ¿En qué parte de mi vida tengo miedo, rabia o resentimiento?
- ¿En qué partes de mi cuerpo siento tensión?
- ¿Qué partes de mí mismo necesitan atención personal?
Sugerencias para probar:
- Si descubres que tienes ira, perdona. Perdona profunda y completamente. Si necesitas ayuda con esto, aquí tienes una estupenda guía de 9 pasos de la Universidad de Berkeley sobre cómo perdonar. http://ggia.berkeley.edu/practice/nine_steps_to_forgiveness#
- Experimenta con la respiración rítmica 4-7-8. Con el cuerpo relajado, inhala profundamente hacia el vientre contando hasta 4; aguanta la respiración contando hasta 7; exhala contando hasta 8, momento en el que tus pulmones deberían estar completamente vacíos de aire. Repite la operación varias veces.
- Si tienes estrés o ansiedad, date un baño de sales de Epsom con aceites esenciales. Las sales contienen magnesio, que tiene un efecto calmante y tranquilizante. Del mismo modo, los aceites esenciales pueden inducir efectos maravillosos. Prueba con lavanda (calmante y tranquilizante), geranio (promueve la alegría y evita la espiral mental descendente), hinojo (para la autocompasión), incienso (relajación) o eucalipto (para favorecer la circulación respiratoria).
3. Dificultad para concentrarse
Vivimos en una sociedad en la que estamos abrumados y demasiado comprometidos, a menudo con cosas que ni siquiera nos importan realmente. Muchos de nosotros perseguimos tantos objetos «brillantes» en un día determinado que nos sentimos dispersos y sin dirección. Puede que estés realmente entusiasmado con todas las cosas que estás haciendo, pero tienes un simple problema matemático: no hay suficientes horas en el día.
Preguntas a tener en cuenta:
- ¿Dónde estoy sobrecomprometido?
- ¿Cuál es mi mayor prioridad hoy, esta semana, este mes, este año?
- ¿En qué parte de mi día puedo crear más espacio para mí mismo?
Sugerencias:
- Protege tu tiempo. Es precioso y a menudo se malgasta.
- Planifica las cosas en un calendario o en una aplicación de gestión de proyectos.
- Prueba una meditación de visualización. Crea «bloques de productividad» de 50 minutos por cada hora de trabajo. A continuación, haz pequeñas pausas de 5 a 10 minutos y visualiza de principio a fin cómo será tu siguiente hora. Si no puedes hacer esto cada hora, prueba a hacer una meditación matutina al principio de cada jornada laboral y visualiza tu día más productivo.
- Aplica una gota de aceite de menta frotando en cada una de tus sienes. La menta favorece la concentración y el enfoque.
4. Tristeza, depresión
La pérdida es a menudo la culpable aquí. Pérdida de un ser querido, pérdida de una amistad, pérdida de una mascota, o de un trabajo, o de la custodia de los hijos, o de una casa. Tal vez sientas una pérdida de poder, o de tu juventud, o de tu salud. Cuando deconstruimos nuestra tristeza o depresión, a menudo encontramos miedo. Miedo a estar solo, miedo al abandono y, por último, miedo a la muerte.
Preguntas para reflexionar:
- ¿En qué parte de mi cuerpo me estoy aferrando al dolor?
- ¿Qué siento que he perdido?
- ¿Qué sombra poseo que me niego a reconocer?
Sugerencias para probar:
- Practica la gratitud. La gratitud es el antídoto tanto para la ira como para la tristeza. Empieza a hacer una lista diaria de 5 a 10 cosas por las que estás agradecido, y observa lo hermoso que se vuelve el mundo de repente.
- Si eres realmente atrevido, envía una nota sincera a alguien que no te cae bien y quizá seas testigo de un milagro.
- Prueba a mezclar un par de gotas de aceite esencial de pomelo en un vaso de agua. El pomelo fomenta la positividad y la alegría. (Asegúrate de que los aceites esenciales que utilizas son consumibles. Tendrán información nutricional en sus viales para indicar que son comestibles).
5. Irritabilidad
Cuando tus nervios están en alerta, el desequilibrio es típicamente el culpable aquí, y la mayoría de las veces esto tiene que ver con el precario equilibrio de los productos químicos en nuestro cuerpo. Mantener una nutrición, hidratación y equilibrio energético y hormonal adecuados es clave.
Cuestiones a tener en cuenta:
- ¿Cuánta cafeína, azúcar o alcohol consumo?
- ¿Cuánto duermo por la noche?
- ¿Mantengo un peso y una dieta saludables?
- ¿Es satisfactoria mi vida sexual?
Sugerencias para probar:
- Añade más verduras de hoja verde, tubérculos y frutas a tu dieta.
- Aumente la hidratación: beba 100 onzas de agua al día.
- Considera la posibilidad de reducir -o incluso eliminar- la cafeína, el azúcar refinado y el alcohol de tu dieta durante una o dos semanas, y comprueba si notas alguna diferencia en tu estado de ánimo.
- Pruebe los siguientes aceites esenciales para equilibrar las hormonas: salvia sclarea, sándalo o tomillo.
- Practica una meditación de mirada fija con una pareja romántica sentada en yab-yum. El contacto físico equilibra la energía errática y la contemplación te llevará a lo más profundo de ti misma -y de tu pareja-, lejos de la superficie, donde está la conmoción.
Nuestros cuerpos son los templos proverbiales donde reside nuestro espíritu, pero con demasiada frecuencia ignoramos nuestros espacios sagrados. Volver a estar en contacto con lo que realmente somos y cuidarnos puede revitalizar nuestras conexiones mente-cuerpo-espíritu.
Pero no te fíes de mi palabra; prueba algunas de ellas por ti mismo. Y recuerda, TODOS estamos conectados.
Nick Polizzi
Comments