Epifanía es la manifestación de la esencia divina de Cristo dentro del ser humano, la ascensión de la energía solar crística a través de la columna vertebral mientras la Serpiente se eleva y es iniciada con el Crisma de la Santa Paloma.
Mientras celebramos la Epifanía el 6 de enero, estamos en devoción a Yeshua Mesías, Maestro Ascendido Crístico que nos enseña que El Drama Cósmico del Nacimiento, Vida, Crucifixión, Muerte, Resurrección debe cumplirse dentro de nosotros para que podamos despertar y dar a luz al Cristo Cósmico.
En las Enseñanzas de la Rosa del Desierto, en este día también hay una Celebración Celestial de la Presencia Femenina Divina, es la de la Madre María, Maryam, y Elisheva, Elizabeth.
Maryam significa: la que sostiene la luz infinita de lo Femenino.
Al encarnar y dar nacimiento a la Luz Crística, ofrecemos nuestra devoción a la Luz Infinita de lo Femenino (una luz que no puede ser vista, ya que Ella es el Misterio) y abrazamos el Shabbat, la Relación Divina con Shekhinah, continuando el viaje de la Evolución de nuestra Alma a través del Sendero de la Iniciación Sagrada.
Así como Yohanan de Baptizer y Yeshua forman una unidad de lo Solar y Lunar, la Madre María y Elisheva también encarnan el aspecto de lo Solar y Lunar.
En la Epifanía recibimos y nos convertimos en Maryam, la que sostiene la Luz Infinita de lo Femenino. Al convertirnos en Maryam, la Luz de Cristo nace a través de nosotros. SOMOS CRISTIFICADOS.
En este día los 3 Sabios nos regalan oro, incienso y mirra.
El oro representa la realeza de Cristo mientras activamos y damos a luz al Cristo Cósmico dentro de nosotros y a través de nosotros. Esta es nuestra verdadera soberanía.
El incienso simboliza el honor de nuestros dones y divinidad y el saber que nuestra Alma es inmortal.
La mirra se nos da para que tengamos empatía y comprensión por el sufrimiento de la humanidad y para que seamos humildes en nuestro Reinado - Reinado. Sabemos que el cuerpo es finito y bendecimos la vida y la encarnación que se nos ha dado.
La Epifanía se celebra en 2023 en una Luna Llena en Cáncer, el 6 de enero, la Luna de la Madre, a 16 grados, que es un número 7.
Que la Madre Luna bendiga lo que se nos está revelando y manifestando, dentro de nosotros y a través de nosotros.
SOMOS LA LUZ.
AMEIN
Bendiciones de Epifanía de mi Corazón al tuyo.
Ana Otero
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