Reivindicación y renacimiento de nuestras voces y contribuciones y la Magia de la Crone
¿Por qué reclamar nuestra Crone o Gran Abuela Matriarca ?
El Divino Femenino está surgiendo en todas partes y es vital que como mujeres mayores, nos demos cuenta de que NOSOTRAS somos una gran parte de esto.
Sin embargo... durante siglos, la historia y las culturas patriarcales nos han excluido.
Se nos ha ridiculizado, se nos ha apartado, se nos ha dicho que no tenemos valor, que somos un «problema». Se nos ha denigrado y aislado.
Y, simplemente, en voz alta y poderosa, decimos:
«¡No más!»
¡Estamos AQUÍ! ¡Estamos ocupando espacio! ¡Tenemos algo que decir!
Llamamos a las historias ocultas, a los mitos olvidados, al poder de las antiguas, y RECLAMAMOS el poder de Crone, de la hechicera y de nosotras como Mujeres Sabias Mayores de Poder.
¿Cuál es la primera imagen que viene a la mente cuando se menciona la palabra « crone o arpía»?
Muy a menudo, es esa bruja malvada en lo profundo del bosque dispuesta a comerse a Hansel y Gretel. O la bruja que tienta a Blancanieves con la manzana de rubí. ¿O quién puede olvidar a la bruja de El mago de Oz?
Sin duda La Arpía ha tenido mala fama durante siglos. Estos cuentos de hadas conjuraron y reforzaron que no se puede confiar en las ancianas. Que su tiempo se acabó y ya no sirven.
A menos, por supuesto, que desees participar en una vida de aventuras, sabiduría y lecciones que anhelas compartir con otros para transmitir la sabiduría adquirida no sólo de esta vida, si no de generaciones. Verás, una arpía es una mujer sabia. Representa una vida bien vivida, amada y cómoda en su piel.
Sin embargo, desde finales del siglo XIV, se la ha tachado de cascarrabias, ojerosa y dispuesta a lanzar maldiciones sobre ti. La palabra Crone, para la cuál no hay traducción exacta en español y arpía es lo que más se asemeja, se derivó de una palabra anglo francesa que significa caroña, cadáver, pellejo viejo, vejestorio.
Imagínate! Se desvirtuó el poder tan enorme y sabio de la Gran Matriarca Abuela!
La Arpía es magnífica.
Ha vivido la belleza y la inocencia de la Doncella.
Ha dado sin esfuerzo y libremente como La Madre.
Tiene las heridas de guerra para demostrarlo, pero no lo hace. La Arpía ha aprendido a alejarse de los rasgos masculinos del mundo: la ira, el menosprecio, la lógica y el dominio. En su lugar, la Arpía abraza el flujo de la vida. Sabe que a medida que la vida fluye y refluye, también lo hacen su energía y su magia.
Ha aprendido a honrar sus sentimientos, pero no a convertirse en ellos. Utiliza la energía para crear magia en su mundo y para los que la rodean. Es libre y soberana en cuerpo y espíritu.
La Abuela Sabia mantiene el Amor como la plataforma sobre la que se asienta. Recurre a la sabiduría ancestral. La sabiduría del cosmos y la sabiduría de su historia personal.
Está dispuesta a compartir, pero sólo lo hace cuando se lo piden. Ha aprendido a guardar silencio y a que la gente no desea respuestas hasta que las pide, y puede que ni siquiera entonces. Ella se siente cómoda encontrándose con ellos donde están en la vida y amorosamente les ofrece maneras de entrar en su brillantez cuando están listos.
La Doncella siente curiosidad por la vida y recuerda sus poderes, pero aún no ha aprendido a utilizarlos. Sus límites no están claros, pero está llena de inocencia y asombro. Cambia a menudo de identidad para adaptarse a otra mientras encuentra su lugar en el mundo.
La Abuela Sabia no cambia de identidad como la Doncella. Conoce su lugar y puede entrar fácilmente en la magia de la Doncella sin perder su poder. Mantiene sus límites y camina con gracia, aunque a menudo se siente hipnotizada por la magia del universo.
La Abuela Sabia ha sido la Madre. Quizá no en forma física, pero ha sido madre de muchos: amigos, colegas, animales y niños. La Madre deja caer sus barreras y se convierte en el faro para muchos en las tormentas de sus vidas. La Madre da y da libremente, a menudo hasta la muerte y el agotamiento. Cuida y reorganiza su vida para adaptarse a las necesidades de los demás. Se apresura a atrapar a los demás antes de que tropiecen para evitarles el dolor que ella experimentó.
A la Abuela Sabia le encanta cuidar a los demás y sostenerlos en espacios sagrados mientras florecen. Sabe que el viaje de los demás es sólo eso: su viaje. Permite que los demás tropiecen mientras les coge de la mano y les levanta.
La Abuela Sabia es uno de los seres más poderosos y mágicos del planeta. Se la puede llamar gran sacerdotisa, oráculo o mujer mística. Simplemente es ella misma.
Este es el poder de la Abuela Sabia. Sabe que es mística. Sabe que es un oráculo. Sabe que es una gran sacerdotisa. No necesita anunciarlo. Ella es SER en el sentido más verdadero de la forma.
La Abuela Sabia baila con ángeles, diosas y otras energías místicas. Dibuja, pinta, escribe, cocina y, sobre todo, ama con abandono.
La Cailleach
Encontré a una gran Diosa antigua que personifica ciertas caracterísitcas de la Crone. La Cailleach, que se pronuncia ˈkal-ya(h)', es una antigua diosa gaélica que gobierna los fríos meses de invierno como comadrona del año moribundo. Diosa invernal de los antepasados y partera del año moribundo. Justo estamos en esa época del año, terminando el otoño y pasando al invierno.
Anciana Matriarca Sabia, se cree que es una versión de la Diosa hindú Kali, ya que ambas representan la destrucción y la creación. En pocas palabras, la transmutación.
En ocasiones a la Cailleach se le representa con un ojo en el centro de la frente: ver más allá de este mundo.
Sana al equilibrar la relación entre humanos y el mundo de los espíritus, restaurando las relaciones armoniosas.
Dirgido principalmente a:
Todas las mujeres que quieran celebrar la riqueza y el poder de ser Mujeres Mayores Sabias.
Mujeres desde la menopausia o alrededor de los 50 y más allá hasta el infinito.
Mujeres mayores que buscan una exploración honesta de lo que significa ser mayor dentro del patriarcado, hoy en día.
Mujeres que quieren desafiar las nociones limitadas y misóginas de las mujeres mayores.
Mujeres que buscan profundizar en su experiencia, desenterrar vivencias inferiores y encontrar su voz para poder seguir contribuyendo y ser escuchadas en el mundo.
Mujeres sin hijos -por circunstancias o por elección- y mujeres que son madres o abuelas.
Personas identificadas como mujeres que buscan encontrar su lugar en el mundo como ancianas identificadas como mujeres.
Mujeres que buscan contribuir a sanar el planeta, nuestra querida Madre Tierra.
Mujeres que quieren encontrar formas de tender puentes entre las diferencias.
Mujeres que buscan cómo contribuir a co-crear y tejer un mundo mejor, ahora y para las futuras generaciones de todos los seres.
Mujeres que pasan su sabiduría a las generaciones futuras.
Nos podemos imaginar el resurgir de la Gran Madre Sabia
Imagina lo rica y llena de propósito que podría ser tu vida al explorar y reclamar lo que REALMENTE significa ser una mujer mayor.
Imagina revigorizar el paso de la menopausia y adueñarte de tu emergencia como mujer poderosa.
Imagina renacer en tu vida de un modo que realmente te hable y reconozca las décadas de experiencia, la sabiduría que has acumulado y las contribuciones que aún anhelas hacer.
Imagina hacer esto juntas, con mujeres de ideas afines como Círculos de Mujeres o de amigas.
Imagina conectar profundamente con los mitos y las historias de mujeres que han sido enterradas y olvidadas por su inspiración.
Círculos Sagrados de Mujeres Ancianas Sabias
Hay Círculos Sagrados que celebran quiénes somos a medida que envejecemos, como mujeres poderosas, re-imaginadoras y espirituales que son conscientes de la tierra y que buscan explorar cómo podemos expresar nuestras voces, levantarnos juntas y apoyarnos mutuamente. Valoran la diversidad, dispuestas a ser vulnerables y a ser testigos sagrados de lo compartido. Apropiamos de nuestros cuerpos diferentes y cambiantes -con verrugas y todo- y realmente sentimos el pulso de la Madre Tierra, de los Antiguos, de las Energías Divinas, al apropiarnos de nuestras dimensiones físicas, emocionales, mentales y espirituales.
Tratamos de aprender unas de otras, de enfrentarnos con valentía a nuestras propias suposiciones, independientemente de cuánto tiempo las hayamos mantenido. Tratamos de tejer nuevas telas a partir de las historias que contamos, los mitos que desenterramos, las canciones que cantamos y la belleza de la que somos testigos.
Alison Palmer, fundadora de arpías, brujas y ancianas sabias y poderosas
Monica A.
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